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Presentación
La razón de ser del docente son sus estudiantes, sin ellos no existiría nuestra profesión; y la mejor manera de demostrarlo es a través de la práctica diaria, una práctica basada en el amor y en el profesionalismo. Competencias que adquirimos a través de la reflexión y mejoramiento continuo de nuestra experiencia y de la cualificación de nuestra labor.
La educación no cambia el mundo; cambia a las personas que van a cambiar el mundo

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